
El sábado va haciendo que las horas avancen, que el día que tenía una calidez veraniega empiece a dejarle paso a una tarde-noche donde una brisa fresca se apodera de la ciudad y la temperatura comienza a tener un relativo descenso.
Pero eso…afuera, con la luz natural, a cielo abierto, donde el clima es marcado por el astro rey.
Dentro del salón donde se está disputando una nueva edición del Campeonato Uruguayo sub.20, las altas temperaturas que llegan a tener algunos de los deportistas que participan del evento empieza a romper todos los termómetros.

Pero…tranquilo Daniel!,
Salinas no te alteres!
Escuche señor ministro, hablamos de la temperatura metafóricamente, de esa que sienten los jugadores cuando comienzan a jugarse puntos trascedentes, esa que hace palpitar corazones juveniles, esa misma que es capaz de prender fuego una tabla de posiciones.
Es que mientras afuera la temperatura desciende, adentro ellos arden.


Se cerró la tercera fecha, la segunda partida de esta jornada de sábado y solo dos han logrado el puntaje perfecto, solo dos han hecho inclinar a todos sus reyes rivales inclinando la cabeza sobre el tablero en señal de derrota, solo son dos y van tres….
El máximo candidato Pedro Suárez que venció a un Nicolás Kulik, y Eduardo Elena, la joya que ha mandado hasta Nueva Helvecia el meritorio y pujante club Solís de Pando.


Aunque los acompañantes busquen sus buzos para atenuar la brisa que empieza a caer sobre la ciudad cuando los relojes marquen las 19 horas, el salón arderá sin ninguna duda.
Suárez y Elena se medirán por primera vez y con ellos ya uno , o los dos dejarán de tener el puntaje ideal que hasta ahora, es mirado con recelo por los demás competidores.
Cerca, muy cerquita de ellos, como queriendo ver un resbalón para alcanzarlos, Tomás Aprahamián y Franco Manteiga, están a solo media unidad, producto esta, de las tablas que hicieron entre ellos en la partida más larga de la jornada que recién acaba de finalizar.
Y varios que vienen con 2, y aún mantienen intactas todas las chances de llegar a la cima.


Hay mucho por andar, pronto llega la cuarta y con ella el cierre de la jornada sabatina, augurando un domingo en el que la mansedumbre y la calma serán lo único que faltará dentro del salón del Hotel del Prado, porque habrá varios corazoncitos que estará latiendo un poco más rápido que lo habitual



