Ajedrez femenino

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Sobre nuestro querido tablero de ajedrez, encontramos a un rey y a una reina. Partimos desde una paridad, sin querer evaluar la importancia de cada uno.

Cada uno en su tarea, cada uno con su fin, cumplen su cometido en el campo de batalla. 1 DAMA y 1 CABALLERO.

La paridad parece tener un buen punto de partida.

Luego se nos ocurre recorrer a sus componentes y cada bando posee 8 peones, a los que muchos instructores ajedrecísticos suelen llamar  soldaditos, y el animal que ayuda a conseguir la victoria es el caballo y siendo dos, ambos del mismo género.

Los «flacos y altos» que aconsejan al monarca, siempre son «ellos», aunque los llamemos alfiles, obispos o elefantes.

Y en el borde del campo de batalla están ellas, «las peticitas gordas», dispuesta a dar todo por la victoria de su bando.

Serían ellas, las únicas que al igual que la reina estuvieran sobre el tablero representando a su género, detalle que se pierde cuando en el afán de explicar el juego, se las define como fuertes castillos.

Entrevistas

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Noticias

La foto del pasado

Recorrer la geografía ajedrecística nos puebla la imagen de campeones nacionales varones.

Nos muestra la diferencia de fuerza que hubo a lo largo de la historia entre ambos sexos, y la enorme distancia en la participación entre unos y otros.

El pasado nos muestra que en innumerables países, la postergación a nivel social, política y hasta educativa de la mujer era por demás 

notoria y quizás eso también se viera reflejado en nuestro mundo del 8×8 de diferentes maneras, lo que nos hace ver la misma foto de una realidad que se ha mantenido por decenas y decenas de años.

La imagen del presente

En el Continental que se está desarrollando en Montevideo, capital de la República Oriental del Uruguay, participan 167 jugadores de los cuales solo 11 son damas,  7% del total. Pensando en la fuerza ajedrecística, la tabla de posiciones finalizado el torneo, nos muestra como mejor dama a la campeona argentina Florencia Fernández en el escalón número 24.

Recorriendo los distintos torneos nacionales de nuestra América, vemos que esta imagen se mantiene tal cual, o todavía en muchos, la presencia femenina es nula.

Hay nivel y potencial, y si bien existen casos como el de Javiera Gómez en Chile, que se corona campeona nacional sub-16 y sub-20 femenina, superando el puntaje elo de su colega varón, o el de Danitza Vázquez  quien llegó a ser campeona absoluta en su país, siguen siendo excepciones.

En varios países se empiezan a nuclear las ajedrecistas, para generar planes y construir herramientas para darle más visibilidad a su ajedrez, así como para potenciar su nivel de juego.  Un surgimiento que sin dudas, nace de ver y analizar el pasado y vivir en carne propia esta realidad del presente.

Que futuro haremos

Así como existen proyectos a nivel grupal, creando asociaciones y procurando acciones concretas para cambiar la realidad del presente, también las hay de proyectos individuales que tienen el mismo norte: generar una foto distinta para el futuro de la que hemos visto hasta hoy.

Ajedrez del Sur, quiere aportar su granito de arena, para que desde estas páginas no solo se cuente la realidad de lo que está pasando, sino ser un instrumento que sume al cambio positivo del mañana.

Salimos a buscar referentes, damas de nuestra Sudamérica que nos cuenten la realidad de su país.

Que reflexionen junto a nosotros el porque de esa situación,

Compartiremos semanalmente el sentir tanto de ellas, como de otros que siendo varones, dejan muchas horas convertido en saludable esfuerzo para revertir esta realidad.

Y les pediremos más.

No solo que nos cuenten lo que ven, sino que nos digan como quisieran que fuera el mañana y que se está haciendo o que sienten que habría que hacer para lograrlo.

Ojalá podamos ser una semilla más que ayude a sembrar un mañana diferente.

Conocer la realidad de tantos y sus planes, quizás nos ayude a unificar estrategias y dar los pasos necesarios para un futuro diferente.

Allá vamos.

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