4 días de dura competencia en la que siempre la cima de la tabla de posiciones estuvo ocupada por varios jugadores y cuando llegó el momento de la definición final, los dos que venían liderando la competencia dividen el punto en juego y ambos quedan abrazados en la cumbre.
Pero debía haber un campeón y el sistema de desempate favoreció al ex-presidente de la Federación y ex-campeón uruguayo Gabriel Curi, quien era uno de los que en la previa figuraba entre los candidatos a ocupar este sitial al que todos aspiran.
Casi campeón y tras un rendimiento como hace mucho no se le veía, Alex Cerrato igualó en puntos al escribano campeón, igualó también en el primer sistema de desempate y solo por media unidad de diferencia en el segundo sistema se vio relegado a la segunda ubicación.
El torneo como siempre nos deja ver detalles desde múltiples miradas, las que repasaremos a continuación:
Mirada del entorno

Pensar en Punta del Este como lugar para un torneo nacional siempre parece ser una decisión oportuna. Un lugar que ofrece múltiples sitios de alojamientos, centros comerciales de diversa y variada índole y un entorno natural maravilloso que por algo la han convertido en preferencia de muchos cuando piensan en sus vacaciones.


Situada a 130 kilómetros de la capital del país, Montevideo, tiene una población de poco más de 12.000 habitantes de forma permanente, cantidad que se ve multiplicada y con creces en los meses estivales.

Desde aquel julio de 1907 en que fue declarada pueblo, pasando por los inicios de los 80 cuando vivió un auge inmobiliario espectacular, Punta del Este llegó a convertirse en lo que es hoy, un destino ineludible para quienes visiten el «paisito», como suele llamarse a Uruguay.
Mirada del lugar

El Hotel Amsterdam está muy bien ubicado, ya que está a pasos de la Rambla y muy cerca de la movida céntrica.
Muy atractivo en su exterior y con un muy lindo hall para recibir a sus huéspedes, tiene en su primer piso un salón muy confortable donde precisamente se realizó el torneo. Totalmente aislado acústicamente, los ajedrecistas podían llevar adelante sus partidas con absoluta calma.

Además, cuenta con grandes ventanales que dejan ver una amplia piscina exterior, la que obviamente en esta época del año no es frecuentada, pero si la otra interior, un poco más pequeña y que se encuentra a su lado.
Mirada arbitral
Luego de una larga y extensa trayectoria tanto como docente, jugador y árbitro, parecía haber dejado su faceta de «ley de los torneos» a un lado.

Para alegría de muchos se volvió a ver a Rúben Delbono, el histórico juez de cuanto torneo realizaba la organización Alekhine, nuevamente siendo quien impartiera justicia en un torneo nacional.
La bohonomía, calma y don de buena gente que siempre siente quien se acerca al querido «Rubito», no cambia a pesar de los años transcurridos.
Mirando el futuro
Los más chiquitos del torneo, son campeones nacionales, y ya tienen un lindo recorrido transitado a pesar de muy corta edad.

Facundo Muniz es bi-campeón nacional sub-8, y ya ha disputado el Panamericano de su categoría en Guayaquil (julio de 2019) y el Sudamericano en Buenos Aires (diciembre de 2019).
Tomás Aprahamián es ya cinco veces campeón nacional, sub-8 (2016), sub-10 (2017-18) y sub-12 (2019.2020), y también con una extensa participación fuera de fronteras que lo hizo viajar a los Sudamericanos de Chile (2016), Paraguay (2017), Perú ( 2018) y Argentina (2019), y al Panamericano de Chile en el 2018.
Sin dudas dos de las grandes promesas con que cuenta el ajedrez uruguayo mirando al futuro.

En este torneo no tuvieron una actuación destacada, pero hay dos cosas que sobresalen: una que este tipo de actividades son esenciales para tener exigencias de rigor que los hacen esforzarse el máximo para seguir en el camino de su evolución, y segundo, todos aquellos que «se les llevaron el punto» se fueron repitiendo aquella frase ….»ahora le pude ganar, pero me parece que dentro de un tiempo…..»
Miradas semifinales
El torneo más allá de consagrar al campeón tenía un gran incentivo extra y era que restando a los títulados que jugaban el mismo, el 25% del total clasificaban para la Semifinal Nacional 2021.









Mirando al campeón
Gabriel Curi es un histórico del ajedrez nacional y su nombre aparece desde hace ya muchos años entre los primeros puestos de cuanto torneo participa, además de haber llegado a ser monarca nacional en el año 1999 y además presidente de la Federación uruguaya.
En este período de ajedrez presencial post-pandemia, el defensor del club Trebejos había estado presente en Piriápolis en los campeonatos nacionales de Blitz y Rápidas, siendo sus únicos antecedentes previo al amateur.

En ellos y como la mayoría de las veces que participa, colocó su nombre entre los primeros puestos, quedando colocado en la quinta colocación en el Blitz y sexto en las Rápidas.
En este fin de semana en suelo puntaesteño Curi realizó una perfomance que rozó la perfección ya que culminó invicto el torneo, con 4 triunfos (Edgardo Cámpora, Mario Dávila, Carlos Martínez y Eduardo Muzzi), y 2 tablas ante Ismael Piñeiro y en la última fecha con su co-lider Alex Cerrato.
Miradas sorpresiva
La actuación de Alex Cerrato dejó sorprendido a varios. La lista de pre-clasificación lo veía ubicado en el lugar número 10 y no figuraba su nombre dentro de los claros candidatos a llevarse el trofeo.
Sin embargo se despachó con un rendimiento impresionante, que le valió sumar 75 puntos más a su elo y llevar la definición del torneo a un desempate muy difícil de dilucidar, por lo que puede afirmarse que tiene los mismos méritos que el campeón para considerarse como tal.
Felicitaciones para Alex y que la semifinal lo encuentre en un nivel tan ascendente como este fin de semana en el este.
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Sin duda preciosos 4 días de competencia ajedrecistica, que recuperan el calor de rodear un tablero y verse las caras de frente, con un entorno para el juego tan bello como adecuado, una incertidumbre en el resultado final que se mantuvo hasta la misma expectativa de los desempates, y una confirmación de la madurez del ajedrez uruguayo para seguir caminando a paso seguro a pesar del enemigo invisible que no deja de acechar.