Si hay un país identificado con el color celeste ese es Uruguay, que llegará a Santiago de Chile a disputar el Panamericano de ajedrez con 21 ajedrecistas que dejarán todo por ese color al que aman tanto.
Dentro de la categoría sub-8 existen solo dos que lucirán ese color sobre su pecho, y tomando en cuentas su edad, se los podría llamar «los celestitos de la delegación».
El campeón oriental y por lo tanto jugador oficial es Joaquín Rodríguez Schinca, quien será acompañado por el talentoso Martín Kulik Salvi.
El torneo uruguayo marca la obligación de participar de una etapa semifinal para luego pasar a la gran final juvenil.
Ambos disputaron la misma en la ciudad de Montevideo, accediendo a la siguiente fase en el departamento de Treinta y Tres, distante poco menos de 300 kilómetros de la capital del país. En ese lugar fue que Rodríguez supo coronarse como campeón sumando seis puntos en siete partidas disputadas.
Para ambos será su primera experiencia a nivel internacional, donde sin dudas sus ojitos quedarán maravillados por estar compartiendo el mismo lugar que 600 ajedrecistas, relacionarse con amantes del tablero de 18 países diferentes al suyo,y de alguna manera ver el ajedrez grande, de un continente unido alrededor de reyes y reinas, caballos y peones.