El día 6 de diciembre, Luque proclamó al mundo la consagración de 12 nuevos campeones sudamericanos.
Algunos ya traían en su mochila decenas de trofeos, medallas y reconocimientos, así como también y a pesar de sus pocos años decenas y decenas de horas de vuelo. Por ejemplo vale citar tanto a Brian Escalante que poco antes de pisar suelo paraguayo había logrado el título de campeón panamericano sub-20 en San Salvador o la argentina Anapaola Borda que ni bien llegó a su patria después del sudamericano , le habrá dado el tiempo justo para pasar por su casa, abrazar a sus familiares, acariciar al perro y partir a la India a disputar las Olimpíadas sub-16.
Pero otros, llegaban aterrizaban a Paraguay aún con los primeros deseos por cumplir. Recién habían dado sus primeros pasos sobre el tablero, logrado sus primeros éxitos y cruzaban la frontera de su país por primera o segunda vez para defender con sumo orgullo los colores de su país. Sus mochilas venían con espacio para llenar, con lugar aún de sobra para empezar a guardar esos sueños que deseaban concretarse y ser realidad.

Uno de esos nombres que Luque proclamó al mundo como nuevo campeón sudamericano fue el de Rodrigo Mandujano, que por segunda vez dejó su Lima natal , para traspasar la frontera y sentir esa emoción de defender la roja y blanca fuera de su tierra.
Y fue Rodrigo Mandujano, quien meses atrás había estado en Costa Rica, participando en el Panamericano, cosechando experiencia, acumulando saberes, para crecer y crecer.
Y fue Rodrigo Mandujano, quien luego de muchos meses de vida alejado el tablero, no por gusto, no por decisión propia, sino porque su salud así lo ameritaba, supo escuchar su pasión, hacerle caso, volver a entrar al bellisimo mundo del 8×8, para ser el mejor de Lima en febrero, ser el mejor de Perú en febrero y convertirse en el mejor ajedrecista sub-8 de todas Sudamérica en diciembre.
Fuimos a buscarlo para conversar con él, y su forma de expresarse lo muestran no solo como un gran campeón también fuera del tablero. Con seguridad, con claridad, con respeto y con humildad.
Un niño que despierta admiración y respeto, que tenía a su familia a quienes jugaban ajedrez como pasatiempo, pero nadie lo había hecho de forma competitiva ni cerca que profesionalmente.
Su hermano Jean Pierre lo tomó de la mano a sus cuatro años, lo llevó hasta un tablero, le enseñó sus piezas y los conocientos esenciales para que supiera moverse dentro de él.
¿Pero el después?
¿Cómo siguió todo? ¿Al entrar a primaria tuviste profesor de ajedrez en el colegio, o seguiste avanzando solo con los consejos que te daba Jean Pierre?
Yo estaba aprendiendo rapidamente y mi familia decició meterme en una Academia de Ajedrez. Ahí justamente estaba la GM Deysi Cori, el GM Christian Cruz, el MI David Vera y el MI Renato Terry. Eso duró dos meses, y ahí la Gran Maestro Deysi, se dio cuenta que yo tenía un poquito de talento y me aconsejó que fuera al colegio Saco Oliveros y desde ese momento empecé a entrenar ahí.
Que maravilla de profesores tenía esa Academia. ¿Cómo funcionaban las clases allí?

Empecé a los 6 años en esa Academia, tuve la gran suerte de que todos los Grandes Maestros me enseñaran.
Ahí fui aprendiendo apertura, medio juego y finales. Las clases eran grupales, pero máximo eran tres o cuatro niños, y tuve la gran suerte que Deysi Cori mientras duró mi participación en la Academia entrenara personalmente.
Muchos jóvenes peruanos que han llegado a brillar mundialmente, pasaron por Saco. ¿Cómo es la enseñanza del ajedrez en este colegio que todos tanto nombran?
Yo pertenezco a la selección de ajedrez de Sacco Oliveros de Lince. Allí nos entrenaban dos veces por semana y ahí las clases las tenía que recuperar en la tarde. El colegio me daba permiso para faltar. También tenía que hacer tácticas todos los días.
Las clases eran de las 9 de la mañana a las 2 de la tarde, donde aprendía mucha teoría, y ahí también hay niños que casi todos son campeones nacionales y ahí juego y me sirve de ayuda.
Cuéntame cual fue tu primer torneo, cómo te fue y qué edad tenías…
Mi primer torneo fue el metropolitano organizado por la Federación, yo tenía 6 años. Era de categoría sub-7 y quedé en segundo puesto.
Y de ahí al nacional…
Si, clasifiqué al nacional en categoría sub-7, me iba muy bien, ya estaba en la cuarta ronda, iba 4 de 4 y en la quinta ronda me enfermé y tuve que abandonar el torneo. Ahí me detectaron mi enfermedad que es la epilepsia.
Que bronca me imagino. De todas maneras a partir de ahí, te trataron, te habrán medicado y luego ……..
Después de lo sucedido dejé el ajedrez por 8 meses, fui ahí cuando mis padres decidieron que yo dejara el ajedrez.
Pero yo quería seguir, y ahí fue cuando jugué el metropolitano sub-8, con mis ocho años.
Eso ya fue este año….
Si, y pude campeonar en el Metropolitano que fue en el mes de enero y un mes después jugué el nacional y también pude campeonar, y ese fue un sueño que yo quería lograr y pude lograr.
Al ser campeón pasabas a ser el representante oficial peruano en un torneo internacional
Si, mi primer experiencia internacional fue el Panamericano en Costa Rica, que no me fue muy bien, pero me sirvió de mucha ayuda, gané mucha experiencia y empecé a jugar las partidas mucho más calmado.
¿Entre ese Panamericano en Costa Rica, y el Sudamericano en Paraguay, participaste en algún otro torneo en Perú?
No tuve ningún torneo y fue muy raro, porque tampoco tuve ningún entrenador, lo hice por mi cuenta, ya que no podía faltar más a mis clases en el colegio.
Una semana antes de ir a Paraguay tuve la suerte que Kevin Cori me entrenara.
¿Qué expectativas tenías en cuanto a resultados?
No me imaginé que iba a traer medalla de oro, pero si me decía que iba a quedar entre los tres mejores.
¿Cuál o cuáles partidas las recuerdas más de las 9 disputas en el Comité Olímpico?
Fueron muchas partidas muy difíciles pero el principal fue un peruano que se llama Vincent Cárdenas, partida que llegué a empatar.
¿Guardas tus partidas?
Si, mis partidas las guardo para ver mis errores y sus errores, para ver como juega y después ganarle.
¿Pudiste conocer algo de Paraguay durante el torneo, o esos días te enfocaste por completo en las partidas?
Estuve enfocado en todo el torneo, pero tuve la suerte que mi vuelo salió un día después y aproveché y visité un centro comercial en Asunción.
¿Quién es tu ídolo, a quién te gustaría parecerte cuando pasen los años?
De grande me gustaría ser Magnus Carlsen, porque es campeón del mundo y yo también quiero serlo.
Tu futuro lo ves siempre con ajedrez….
Sí, mi sueño es ser campeón mundial. No pienso dejar el ajedrez, pero también me gustaría estudiar una carrera profesional.
Ahora se vienen las fiestas de cierre de año, y para el que se viene, ¿cómo empezará la actividad para Rodrigo?
Primero el Metropolitano, luego el Nacional, después el Panamericano en Chile, el Mundial en España y el Sudamericano en Perú.
Gracias Rodrigo por la nota y felicitaciones por todos tus logros.
¿Quieres agregar algo más que no te preguntara?
Si quiero agradecer a Ajedrez del Sur por esta linda entrevista y a mi colegio Saco Oliveros que me ha apoyado en el viaje.
………….
Un niño muy querible, con un hablar enternecedor, que se fija metas, camina por ellas y las cumple.
Tienes un sueño Rodrigo, se Carlsen, camina hacia ello, ser campeón del mundo.
Si lo sueñas, si lo crees, es posible, y tu ya te sientes campeón, y ese es el primer paso.