Como la mayoría de ajedrecistas que obtuvieron el título de Gran Maestro, la historia del venezolano José Gascón Del Nogal es una de sacrificio, dedicación y recompensas que llegan luego de mucho trabajo y tropezones.

Hace dos años que está en España y allí terminó de pulir los detalles que necesitaba para convertirse en el segundo Gran Maestro de ajedrez en la historia de Venezuela.
En la partida que podía darle el título de GM, José recuerda que estaba mejor y que cuando el rival le ofreció tablas él dudó. Por un lado, si las aceptaba obtenía el título. Por el otro, su posición le gustaba más.
Eso era en el Open de Benasque, este año. Al final aceptó y mientras apretaba la mano del fuerte GM rumano José sabía que a partir de ese momento él también comenzaría a lucir esas dos letras antes de su nombre.
Está muy agradecido a todas las personas que lo han ayudado en este camino hacia el máximo título que ofrece el ajedrez pero no deja de expresar su descontento por la falta de apoyo de la federación venezolana y el gobierno de su país.
«Yo espero serlo» contesta cuando le preguntamos si cree que su logro será una inspiración para los ajedrecistas de su país.
Esta es la jugosa entrevista que realizamos con el flamante GM José Gascón Del Nogal.
Índice de la entrevista
- Significado del logro
- El momento preciso
- Segundo GM de Venezuela
- Cambios en el ajedrez venezolano
- Federación venezolana
- Emigrar a España
- Objetivos a futuro
- Inspiración para los más jóvenes
- Recomendación a los futuros GM
- Agradecimientos
¿Qué significa para ti este gran logro de haber conseguido el título de Gran Maestro?
Es haber logrado un sueño que tengo desde pequeño. Mi papá me inculcó un gran amor por el ajedrez y una gran admiración por los Grandes Maestros. Por lo tanto para mí es un grandísimo orgullo ser uno y sobre todo ser el segundo de mi país.
También porque sé lo mucho que me ha costado esto y todas las cosas que he tenido que sacrificar. Años sin ver a mi familia y muchos años sin estar en mi país.
¿Recuerdas el momento preciso en que sabías que habías obtenido el título de GM?
En la novena y penúltima ronda del Open de Benasque este año tenía que hacer tablas contra Vladimir Baklan, Gran Maestro ucraniano de 2600 de Elo. Luego de sacar ventaja en la apertura y de jugar un planteamiento muy arriesgado de ataque, me ofreció tablas.
A pesar de que prefería mi posición, en ese momento sabía que aceptar tablas era lo correcto. Porque aunque estaba un poco mejor, con solo estirar la mano podía lograr un sueño que tengo desde muchos años.
¿Qué reflexiones y sentimientos te genera ser el segundo jugador de tu país en convertirse en Gran Maestro de ajedrez?
Desde el punto de vista individual me genera muchísima felicidad. Mucha gente me ha felicitado por eso. Casi toda la gente de la comunidad ajedrecística de Venezuela, a la que conozco desde que soy niño y siempre han confiado en mí.
Al mismo tiempo me parece que Venezuela ya podría tener más de dos Grandes Maestros. Hay muchos jugadores que no lo han logrado por falta de apoyo sistemático y eso en un futuro debe cambiar.
¿Qué consideras que debería cambiar en el ajedrez venezolano para que eso cambie?
Esta respuesta puede ser muy amplia. El ajedrez en Venezuela está muy lejos de lo que es el ajedrez en Europa. Eso se nota en la cantidad de jugadores titulados y de alto rating.
Los jugadores necesitan unión, dejar de lado el egoísmo y empezar a ayudarse los unos a los otros para mejorar. Hay algunas excepciones en Venezuela pero creo que la gran mayoría de los jugadores son muy egoístas entre sí. Buscan más guardarse cosas, ser los mejores de Venezuela o su estado, en vez de buscar crear grupos de entrenamiento.
Desde el punto de vista de los clubes puede mejorar claramente. También creo que hay muchos clubes que hacen lo mejor que pueden y tienen personas capacitadas para enseñar ajedrez.
Creo que el gobierno tiene que empezar a apoyar más al ajedrez, ya que es un deporte con muchísimos beneficios; previene el Alzheimer, mejora la capacidad de concentración, enseña a tomar decisiones, mejora la memoria. Incluso desde el punto de vista de la deportividad te hace ser una mejor persona y también aleja a los chicos de cosas malas.
En la federación tiene que haber reglas claras para la designación de recursos y para escoger a los atletas y entrenadores que van a representar al país en las competiciones.
Yo tuve una experiencia muy mala en 2014 cuando fui eliminado del ciclo olímpico. Tenía unos 19 años en ese momento. Se violaron claramente las reglas que habían sido especificadas. Nadie en la federación se puso de mi lado. Los motivos que me dieron fueron totalmente absurdos. En ese momento me afectó mucho porque para mí era un sueño jugar la Olimpiada.
¿Cuáles fueron esos motivos que te dieron y cómo ha sido tu relación con la federación venezolana desde entonces?
Hicieron un chequeo para el que estaban convocados 12 jugadores. Había 6 cupos. Esos 6 jugadores clasificaban para un chequeo final en el cual 3 jugadores clasificaban al equipo olímpico. De esos 12 jugadores solo fuimos 5 jugadores, entonces parecía que ya estaba. La federación igual nos hizo jugar a los 5. Yo quedé empatado en el segundo lugar.
Una anécdota curiosa es que antes de terminar la última ronda le pregunté al árbitro cuál iba a ser el sistema de desempate y él me dijo un sistema de desempate que a mí me favorecía. Pero luego lo cambiaron así que en vez de quedar segundo quedé tercero por sistema.
A mí no me importaba quedar segundo o tercero porque si clasificaban seis ya estaba dentro. Pues resulta que la federación convocó otro chequeo con 10 jugadores con prácticamente todos los que habían faltado al primer chequeo y con los 3 que habían quedado últimos en el primer chequeo. Es decir el tercero, que fui yo, y el cuarto (Jaime Romero) y el quinto (Luis Germán Salazar). Y decidieron mandar al chequeo final a los que habían terminado primero (Andrés Guerrero) y segundo (José Luis Castro).
Cuando pregunté por las razones de esto, porque con Castro yo había terminado empatado en puntos y había quedado mejor que él en el nacional de máxima y en ese momento yo era IM, él FM y yo tenía más Elo que él. Entonces no entendía cuáles eran las razones. La respuesta de la federación fue que habían hecho un análisis de los resultados de los últimos 4 años entre ambos y les pareció que él había tenido mejores resultados que yo. Así que él iba directo al chequeo final y yo debía volver a chequearme con una cantidad de jugadores para llegar al final.
Luego jugué un chequeo al que tenían que ir 10 jugadores pero fueron solo 6. Clasificaban 4. Y yo quedé quinto (empatando el segundo lugar) pero el jugador que terminó primero se sabía que no iba. Entonces nuevamente yo tenía que entrar en el chequeo final a pesar de que ya había clasificado una vez. Pero simplemente no me convocaron. Decidieron sacarme, no me dieron razones, yo tampoco pregunté y no sé quién tomó esa decisión.
Mi relación con la federación no es buena. No me han apoyado nunca. A pesar de que soy el segundo GM de Venezuela y llevo bastante tiempo como el jugador que estaba más cerca de conseguir este título no me han dado ningún apoyo y creo que hay muchas cosas que pueden hacer mejor.
Todo esto me afectó mucho porque era mi sueño jugar la Olimpiada.
Cuéntanos sobre las circunstancias por las que decidiste emigrar a España.
Fue un poco improvisado y es una historia que no conoce mucha gente.
Volviendo de la Olimpiada de 2016 (en ese año sí me dejaron clasificar) tenía muchas ganas de clasificar. Estaba en excelente estado de forma, hice una Olimpiada muy muy buena, hice 7.5/11, le gané a dos GM, ayudé mucho en matches importantes, y llegué a España con mucha motivación pero sin mucho dinero, creo que tendría unos 500 euros. No tenía nada planificado, ni siquiera tenía abrigo y el invierno venía pronto.
Me quedé allí con el objetivo de ser Gran Maestro y ahora lo logré tras casi dos años de estar aquí. Ha sido muy muy difícil. He tenido que trabajar mucho. Me he mudado ya seis veces desde que estoy aquí.
Y lejos de mi familia. Hace casi dos años que no veo a mi papá, a mi mamá, mi abuela. Pero ellos posiblemente incluso están más felices que yo por este logro.
Me quité un gran peso de encima con este logro. Lo que tengo claro es que quiero ir por mucho más. Todavía no me planteo volver a Venezuela porque en España puedo seguir mejorando mi ajedrez y es un país al que le tengo un gran cariño. He hecho muy buenos amigos que sin duda alguna han sido clave para que yo haya podido lograr esto. Sin ellos hubiera sido totalmente imposible haberlo logrado.
¿Cuáles son esos objetivos que tienes a partir de ahora que ya eres Gran Maestro?
Luego de 12 años que llevo en el mundo del ajedrez, siempre pensando en el rating y las normas, quiero tomarme un momento para no pensar en el rating y pensar más en mi juego.
Quiero ponerme metas en base a mi juego. Mejorar mi repertorio, mi cálculo y comprender mejor el ajedrez. Mejorar mi condición física, mi parte psicológica, hacerme más luchador.
Quizás a futuro vuelva a plantearme una meta de llegar a determinada cantidad de Elo o llegar a determinado torneo como por ejemplo clasificar a una Copa del Mundo.
¿Crees que con el título que acabas de ganar esto puede darle un buen impulso al ajedrez venezolano? ¿Crees que puedes ser una inspiración para los ajedrecistas de tu país?
Yo espero serlo. Quiero que todos sepan que a pesar de la falta de apoyo y que los torneos en Venezuela no son muy buenos, siempre hay una forma de hacer las cosas. Hay que sentarse a pensar y si de momento no hay posibilidad de jugar torneos hay que estar en la casa entrenando.
El conocimiento se va acumulando y en algún momento llega la oportunidad de aprovecharlo. Espero de verdad que sirva de motivación para todos los jóvenes. Incluso para los no tan jóvenes que están cerca del título de Gran Maestro para que se den cuenta de que sí se puede.
¿Qué recomendaciones le das a los jugadores que hoy en día tienen el deseo ferviente de ser Grandes Maestros?
Que trabajen mucho. Si no tienen la posibilidad de pagarse un entrenador, que aprendan la forma de entrenar correctamente. Programas como ChessBase y libros de ajedrez son fundamentales en el desarrollo de todo ajedrecista.
Hay que tener confianza en sí mismo. Hay que aprender a luchar todas las partidas. A decir que no a las tablas. A menos que con tablas tengan el título de Gran Maestro, ahí me parece bien aceptarlas [risas]. Hay que ser un luchador y sobre todo escuchar a las personas correctas e ignorar a las personas incorrectas.
Mucha gente confió en mí pero muchos me decían que era muy difícil y que mejor estudiara una carrera porque no lo iba a poder lograr y yo simplemente los ignoré.
¿Agradecimientos?
La lista es larguísima. En Venezuela sin duda a mis padres. La clave. A mi abuela, a mi hermano y a toda mi familia. A mi tía María Del Nogal. A la familia Patiño. A la familia Moreno.
En personas que han colaborado en mi ajedrez menciono a Miguel Sotomayor, que estaba a cargo de mi primer club. Luego Sinohe Rodríguez en otro club. Ángel Yabrudez fue entrenado mío. Miguel Milano, Juan Rohl, Humberto Blanco, Henry Tirado. Y alguien que me enseñó muchísimo ajedrez, José Ostos. Antonio Palacios, Luis Matos.
Al FM Damion Davy, de Jamaica, un buen amigo. Gernot Schmitt, que me ha ayudado con un patrocinio desde hace aproximadamente un año. A Eduardo Iturrizaga, por ser el primer Gran Maestro venezolano. Javi Navas y el club de Tres Cantos. Jesús Cao y el club Collado Villalba. A Sandor Olamendi, Michel Machado y Miguel Milano.
En España mencionaría a personas que me han apoyado como Ángel García, Alex Enesco (de musichess.com), Inés Antúnez. Personas que me han apoyado en mi ajedrez mencionaría a Renier Vázquez, Andrés Rodríguez, Elizbar Ubilava, José Manuel López, Leandro Krysa y Andrea Stella.
Espero que no se me haya pasado nadie y si se me pasó alguien les pido perdón.