Las categorías infantiles le fueron esquivas por años.
Los sudamericanos le decían no y nunca la clasificación final era fiel reflejo del nivel de sus partidas. Los años fueron pasando y se repetía una y otra vez la misma película, todo parecía que el guión había sido escrito de igual manera con diferentes matices, para ser reproducido infinidad de veces, y tantas, que habían dejado huella en la cabecita de esa niña que comenzaba a crecer.
Ya parecía que ese lugar de privilegio, ese sitio tan anhelado por todos, era un espacio negado para ella.
Pasaron todas las categorías infantiles y juveniles. El torneo más preciado por toda la gente menuda se terminaba para la albiceleste que veía marcar en su cédula el número 18 y con ello el fin de su participación en ellos.
Pero faltaba la frutilla de la torta.
La previa de este cuento pareció ser el de siempre, pero cuando la cinta empezó a rodar algunas escenas se fueron cambiando, y llamó la atención, de todas formas se presumía un final conocido. A medida que todo siguió su curso, se comprobó que esta vez el cuento iba a tener flor de final
Tuvo que esperar a su último año, su categoría fue la última de todas en definir posiciones,tuvo que esperar siempre, pero había aprendido en el camino a ser paciente y en ese camino también aprendió a crecer.
El final de este cuento la tuvo subida al escalón 1, este cuento la vio elevar sus brazos al cielo con la copa de «dueña de América» en alto, este cuento escribió su última página que se leyó con una sonrisa para atesorar en cada página historias de esfuerzos, alegrías, sinsabores, frustraciones y risas varias. Sobre la tapa dura que cerró el libro se posó una lágrima que rodó por una mejilla que dibujaba una sonrisa plena de felicidad. Las lágrimas de emoción son sinónimos de enorme cantidad de alegría contenida.
«VALIÓ LA PENA», así lo dijo la Campeona Panamericana 2018, la argentina Guadalupe Enciso…..
Mi papá le gustó el ajedrez como aficionado, jugaba con los amigos. A mis siete años, ( yo vivo en Bursako), y él trabaja en capital y está todo el día allá,llegaba como a las 7 y yo lo esperaba con unas ganas bárbaras.
Un día llega con un ajedrez precioso, el tablero de madera y cerámica todo tallado, el tablero era casi de mi altura, me llamó mucho la atención y ahí le pregunté que era y le pedí que me enseñara a jugar. Poco a poco me enseñó los movimientos, y ahí todos los días de lunes a viernes lo esperaba sentadita en el living de mi casa frente al tablero para jugar alguna partida.
Al año siguiente en el 2008 mi mamá se enteró que en el colegio San José de Bursako donde iba, hacían un taller de ajedrez y me anotó. Yo salía a las 12 y en otra aula me enseñaban, a mi me gustaba y a mamá le venía bien que estuviera un rato más en el colegio por su trabajo.
Arranque con Oscar Torres que ya es un gran amigo y es mi profesor hasta este año. Él me invitó a los torneos intercolegiales que organizaba el club Juego ciencia, al cual sigo perteneciendo y es como si segundo hogar y empecé a participar.
Me empezó a ir bastante bien, eran un sábado por mes, y siempre quedaba en el podio. Mi tío Roberto (con quien mi padre jugaba), me acompañaba también, y a él le encantaba ir a verme jugar.
Como los profes vieron que me iba bien, me invitaron a tomar clases particulares, empecé a ir al club y luego vinieron los torneos argentinos en el año 2009 que se hizo en el Club Argentino en capital y ese mismo año jugué mi primer Panamericano que fue en Mar del Plata.
A partir de ahí, me federé. Al año siguiente salí subcampeona argentina, eso me motivó mucho, pero también me di cuenta que si quería que me fuera bien, tenía que ponerme a estudiar sola, que solo con las clases no iba a alcanzar. Lo hice y así se fue dando todo.
Repasemos tus torneos nacionales
Mi primer argentino, fue la primera vez de un torneo en serio. Iba a divertirme pero sabía que no iba a ser fácil, había que anotar, había que poner en el tablero todo lo que aprendía en las clases. Yo venía de que me iba siempre bien en los intercolegiales, pero esto era distinto, creo que quedé dentro de las 10 primeras.
En ese Panamericano fue como la primera gran experiencia, hasta tuve problemas con el árbitro y todo. Yo me pensaba todo, y en un momento, miré el reloj y decía uno. Se jugaba a finish, yo en mi inocencia no sabía si era un minuto o una hora, llamé al juez y me dijo que era una hora, entonces seguí tranquila. Resultó que era un minuto y perdí por tiempo. Salí llorando, no por perder sino por como, me vio Marcelo Hermida que era el árbitro principal, y que en aquel momento ni sabía quien era , (hoy se que es una gran persona, lo aprecio mucho, y me ayudó mucho), me llevó con todos los árbitos, me hizo sentar, y le preguntó al árbitro y obviamente dijo que había dicho un minuto, pero bueno, esas experiencias cuando vas creciendo te ayudan a como manejarte, no solo con lo ajedrecístico, que te puede pasar eso o cosas peores.
En el 2010 como te dije salí sub-campeona y no me esperaba ni ahí eso, fui a pasarla bien y me fue mejor de lo que yo creía. Me di cuenta que estudiar si sirve. Había quedado segundo por perder la partida con la campeona.
Al año siguiente fui sub-campeona, pero yo le gano a una chica que era la candidata a ganar y empato con quien a esta altura es mi gran amiga, Aylen Strgacich, y empatamos en todos los sistemas de desempates, las dos ganamos todas las rondas y empatamos solo la nuestra, pero me parece que porque ella había jugado de negras se lo dieron a ella.
Al otro año (2012) yo era la candidata junto con Balcarce, hago una buena partida, y tan larga la partida que fue la última, le gano, pero luego perdí con Catherine Suito, (una gran amiga en la actualidad eso en la semifinal),y ganó ella. Luego en la final, vuelvo a jugar con Catherine, vuelvo a perder, pero después hice más puntos y lo gané yo, Fue mi primer campeonato argentino que gané.
Ahí un poco me di cuenta que si yo seguía progresando en las categorías juveniles, mis únicas rivales eran Aylen y Catherine, porque a las otras ya las había superado sencillamente porque ellas no estudiaban, entonces yo iba a jugar siete rondas y en verdad iban a ser solo dos partidas importantes y me pareció que no me iba a servir para mi progreso entonces decidí jugar el absoluto con los varones.
Nunca pude llegar a jugar las finales porque clasificaban 7 y yo quedaba ahí novena, décima, pero nunca llegué, hasta el año pasado que Menón que era el presidente de la Federación, le aconsejó a mi entrenador que jugara el femenino porque iban a pagar el viaje al mundial que se hacía en Uruguay y pensaba que yo tenía chances de ganarlo. Lo jugué y lo gané, el año pasado y éste.
¿Reciben apoyo los ajedrecistas argentinos?
El apoyo, no solo de la federación sino de todos lados es muy flojo, si no sos campeón argentino olvidate de pensar en alguno. Los torneos internacionales y también los nacionales son carísimos y hay muchos chicos que no pueden costearlo.
Cuando el mundial era cerca en el 2017 (Uruguay) si me pagaban, pero ahora que es en Grecia no me pagan nada, y si bien la Fide a los campeones nacionales no les cobra la inscripción está todo lo demás ( entrenador, hospedaje, comida), y no es tan sencillo.
Tuve la suerte que a mi tanto el año pasado como éste me apoyó Kyojin una fábrica de zapatillas a la que estoy muy agradecida. También este año recibí una beca del Ministerio de Deportes de la nación, es mensual, y se dedica a todos los gastos concernientes a la disciplina pero te da pena porque este año al mundial no voy a viajar, y es mi último año juvenil, y estoy súper agradecida pero si hubiera venido antes cuando tenía más tiempos ….pero todo pasa por algo y voy a usar el dinero en mi superación personal y estoy agradecida al ministerio por este dinero que es de muchísima ayuda.
¿Cómo fueron tus participaciones internacionales?
Por temas económicos siempre jugué un año si y otro no, y en lo posible elegía los sudamericanos por la cercanía y porque además eran torneos menos complejos. Siempre me iba muy mal, y la pasaba mal porque cuando enfrentaba a las favoritas, hacía buenas partidas pero al final cometía alguna imprecisión y las perdía, y me dolía porque yo me preparaba muchísimo para esos torneos, y me sentaba a jugar y yo sentía que estaba a la altura, pero siempre había algo que me decía «no, no podes tener esto».
Sufrí mucho, pero como decía aprendí un montón.
¿Qué expectativas tenías previa a este Panamericano 2018?
A este Panamericano solo iba a subir un poco el elo y quedar entre las cinco primeras y que se me haya dado el último año y además en un Panamericano es muy emocionante.
Recién empecé a creer que podía tener podio cuando le gané a Argote que iba puntera con 4 en 4, y le gané y jugué muy bien, y ahí creí que podía aspirar al podio, no campeona, pero si el podio. Creerme campeona recién me lo creí al ganar la anteúltima partida, antes no.
Pero no pude imaginármelo antes, por todas las experiencias que había tenido anteriormente.
Recién caí a la realidad al llegar al hotel. Gané la partida y esperamos la entrega de premios en el Polideportivo, no pude ni almorzar de los nervios, además mi tabla de resultados fue la última que subieron y estaba casi segura, pero con los sistemas de desempates y era todo tan igual que algo dudaba, y cuando lo supe saltaba y gritaba.
Esos momentos que fueron desde que terminó la última ronda hasta la entrega de premios no me entraba en la cabeza, como que era muy grande para mi y el subir al podio fue increíble, me acordé de mi primer campeonato argentino, y lo que sentís se transforma en un instante, en ese instante, todo lo que vale fue lo que fue antes,todo el sufrimiento, los malos y los buenos momentos, sentÍs que todo valió la pena.
Nunca había armado la valija tan feliz, nunca había tenido tantas ganas de volver a casa, y al despertarme al otro día y ver la que la copa aún estaba allí y darme cuenta que no había sido un sueño, fue todo muy emocionante. Al llegar, mi familia y mi novio me recibieron con carteles en el aeropuerto pero recién a los dos días recién caí en la realidad.
Mientras fija su objetivo en poder alcanzar los 2000 puntos para que le asignen el Título de Maestra Internacional Femenina, nos cuenta como hace para llevar en paralelo sus estudios universitarios y su carrera ajedrecística
Estudio Licenciatura en Ciencia y Tecnología de los alimentos en la Universidad de Lanús. Si sos realista no es imposible, tenes que tener un objetivo claro. Si quieres hacer una carrera universitaria es poco probable que estudiando eso y al mismo tiempo ajedrez llegues a campeón del mundo, pero con objetivos cercanos a nuestras posibilidades si se puede. Y así como debemos ser realistas con el objetivo, también debemos ser realistas con el tiempo que le vas a dedicar diariamente, no sirve entrenar dos semanas antes de un torneo, hay que encontrar la manera de hacerlo diario o semanal y lo más intensivo que se pueda. Y hay que aceptar estas decisiones, no te va a ir tan bien como si te dedicaras únicamente al ajedrez, pero se puede hacer las dos cosas.
Lo bueno del ajedrez es que un deporte físico todo tiene un fin, no podes jugar con la misma profesionalidad a los 40 que a los 20, pero en el ajedrez si, pero fundamentalmente es todo en como te lo tomes, y los objetivos que tengas para tu vida.
¿Con qué objetivos a largo plazo sueñas?
Lograr el título máximo que sea posible pero en absoluto, ya que tiene más valor que el femenino y en segundo lugar llegar a ser tablero olímpico, no para este año ni el que viene pero si a largo plazo.
Dime dos libros que te hayan sumado
-Comprender jugada a jugada de Jhon Nunn
-Mi sistema de Nimzowich
Es sencilla, humilde, apuntando a la altura del cielo para allí poner sus sueños, pero dando pasos certeros y seguros, con los pies bien sobre la tierra y viendo hasta donde le da la energía y hacía allí apunta con todas sus fuerzas.
Se merece todo lo que anhela y sin dudas todo le va a llegar, quizás a mitad del camino, quizás, como en este Panamericano, justo cuando la última página esté por escribir su último verso, pero para ello, irá creciendo el su camino sin perder jamás nunca de vista su objetivo, ni perder de vista jamás a quien debe agradecer…..«quiero agradecer a mi familia, al club juego ciencia de Adrogue, a mi profesor Oscar Torres, a la Federación y a todos los que me apoyaron».
Argentina atesora muchas riquezas, pero que riqueza extraordinaria acumula para su futuro si entre su generación de jóvenes en este siglo XXI contara con muchas Guadalupes Encinas.
Una campeona con todas las letras.