«Ver jugar a papá y al tío me provocó deseos de saber. Me gustaba y así aprendí a mover las piezas. y le pedí que me enseñara a jugar pero……….no tuve suerte».
Con esas palabras Mitzy Caballero recuerda su primera imagen del ajedrez y cual jovencita enamorada que es rechazada al primer intento, manifestó sus deseos firmes de unir para siempre su vida a ese mundo mágico de cuadraditos bicolores y piezas exuberantes al que parecía le negaban entrar.
«Es que papá llegaba muy cansado de trabajar y además años atrás le había enseñado a mi hermana y a ella no le gustó nada….. entonces se desanimó»
Apenas tenía 6 años y pisó por primera vez el taller de ajedrez del colegio y a los dos o tres meses, Cartagena la ciudad colombiana, la veía ganar su primer torneo con 7 partidas ganadas en 7 jugadas…nada menos que era el Campeonato Continental escolar de las Américas»
.- El disfrute y la presión.-
El dueño del colegio donde iba me había apoyado para ese torneo, ya que por aquel entonces era muy difícil competir internacionalmente, y además me dio beca completa y ayuda para entrenar.
Por aquellos años, solo disfrutaba lo que aprendía. Jugaba y disfrutaba de hacerlo. Fue pasando el tiempo, y cuando llegada mi partida, solo pensaba en ese momento, no pensaba si tenía que conseguir una medalla o no, pero fui creciendo y empecé a darme cuenta de la importancia de lograrlo y comencé a sentir presión por ello. Te vas dando cuenta del tiempo que se está invirtiendo, el apoyo que te están dando….. y sin dudas es parte bueno y parte malo.
También me di cuenta que el apoyo era relativo depende el oro que traías, cuando más pesado era el oro más apoyo te daban.
Luego me cambié de colegio, fui a uno que me ayudaba para ir a los mundiales, y allí estaban todos! Córdova, los hermanos Cori, Renato Terry.
Fui al primer mundial.
Yo seguía pensando solo en mi partida y nada más. Quedé en el puesto 20. Al año siguiente en Polonia, también jugaba de esa manera, en la penúltima ronda gané y me aseguraba el segundo lugar y al día siguiente empaté y quedé segunda.
A partir de allí todo cambió. Me di cuenta que para poder mantener todo el apoyo que me daban debía esforzarme más . y como dije antes, esto tiene su parte buena y su parte mala.
Esa presión hizo que me pusiera más conciente, entrenara más por mi cuenta y yo me ponía en la cabeza «Mitzy tu puedes, tu estudia«
¿Como te fueron tus competencias internacionales?
Me fue bien desde el principio. En el primer Panamericano empaté en el tercer lugar pero quedé cuarta por sistema, al año siguiente empaté el primero pero quedé segunda porque la niña era menor que yo. En 2010 campeoné en sub-10 y al año siguiente en Colombia también. Luego siendo sub-12, el primer año salí tercera y al otro lo gané. En 2014 en México salí segunda, al siguiente volví a ganar y en Costa Rica quedé tercera. Si mal no recuerdo voy 4 de oro, tres de bronce y dos de plata.
En los mundiales, en Rumania quedé tercera, (ese fue al año siguiente que quedé segunda) y al año siguiente en Grecia que creo fue el mejor torneo de toda la vida, estaba con un punto de más en la penúltima ronda y perdí la última y quedé segunda.
¿Porqué se despega Perú en el continente?
El colegio al que me referí era el Saco Oliveros, y es de mucha ayuda. nos ayuda con los viajes, los entrenamientos, está repleto de grandes ajedrecistas y actualmente tienen todo un semillero.
Creo que es el que ha llevado a Perú adonde está, en el tiempo que yo empezaba era el que enviaba una cantidad de chicos a jugar.
En aquellos años la federación tenía problemas y era un poco difícil por ese lado, pero ya todo eso pasó, está muchísimo mejor. Ahora cuando vas al Coliseo, está repleto de niños y eso nos da felicidad porque es como pasan generaciones, llegan nuevas y la cantidad es mayor.
Y el tener jugadores muy buenos, sin duda inspiran a las nuevas generaciones, que se dan cuenta que no es solamente un nacional, sino que podamos llegar a un nivel mundial.
¿Que profesores fueron parte de tu formación?
Al principio entrenaba con el profesor del taller Vili Mellado, y luego con Ricardo Andalaya, Henry Retamoso, Bruno Orini, Osvaldo Resquejo, Georgui Castañeda, y ahora en la actualidad con José Martínez.
También viajé a Moscú para prepararme para un mundial, una experiencia realmente increíble estar allí dos meses, aún con lo difícil del idioma, y la forma que extrañé a mi familia, a mis mascotas y la comida peruana. Pero me hizo muy bien, se jugaba de mañana, de tarde, de noche, torneos, entrenaba mucho con mi profesor, volví otra.
¿Ser la primera en la lista previa a este Panamericano te pone presión en ganarlo?
Antes me ponía presión cuando pasaba eso, ahora la experiencia te hace ver las cosas distintas. Obvio que me encantaría volver con el oro a Perú, pero tampoco pierdo la vida sino lo hago. Lo fundamental es jugar tranquila, yo intento relajarme y concentrarme en la partida. Pero al ser mi última vez, si, me encantaría regresar con el primero puesto a Perú.
Si bien me quedará un año para participar en sub-18, ya la facultad me sacará mucho tiempo y he decidido que competiré unicamente en sub-20. Así como decidí eso, voy a hacer algo que venía pensando hace tiempo y es pasar a competir en la categoría absoluta. En el próximo sudamericano que se jugará en mi país competiré con los chicos.
Más y mejores varones que niñas…¿porque?
En un principio creo que se debe a que luego las mujeres se convierten en madres y dedican más su tiempo a la familia y a los niños, y estoy totalmente de acuerdo con lo que decía Danitza que nos limitamos al jugar solo entre nosotras, ya que a veces nos vemos en las primeras mesas y de forma inconciente nos conformamos y buscamos la manera de mantenernos, no de progresar. Si la categoría fuera una sola, las mujeres progresaríamos muchísimo más, porque deberíamos hacer mucho más esfuerzo para demostrar que somos iguales y que tenemos la misma capacidad, más allá que cuando pasen los años empiecen a verse las prioridades.
En el Panamericano recientemente finalizado, demostrando su talento…
Se declara más cerca de los libros que de los videos, y si tiene que recomendar dos, no duda en decir «Secretos del Juego posicional» de Dvoretsky y «Estrategia en acción» de Watson . Cuando de entrenarse se trata, invierte unas 25 horas de entrenamiento semanal entre las clases grupales con la federación, sus dos horas diarias a modo personal y sus clases con José. No intensifica su ritmo antes de un torneo de importancia, al contrario, manifiesta que los días previos se relaja y confía en todo lo que trabajó previamente.
Para el futuro sueña con sus normas que le permitan llegar a Gran Maestra así como lograr su título en varones, y en paralelo culminar su carrera de traducción e interpretación profesional.

Todo es trabajo y sacrificio, porque por más que tengas talento, todos estudian, todos entrenan, todos quieren ser el mejor y no te puedes quedar atrás, tienes que darle si quieres llegar a algo.
Mitzy Caballero, una joven peruana que tiene todo muy claro.
Santiago te espera, para despedirte de las categorías infantiles. Que la presión te haga rendir al máximo, pero nunca, nunca, te permitas dejar de disfrutar.
«…el ajedrez para mi es todo, así que dudo que vaya a dejarlo, así sea un tiempo corto no me hace feliz dejarlo…»
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