El año pasado Santiago de Chile la vio coronarse como la mejor de todas las Américas en aquel frío julio trasandino.
El malestar de una rebelde gripe que la acompañó durante gran parte del torneo no pudo apagar la luz que la pequeña albiceleste traía en las valijas desde su Pilar natal, para llevarla a la cúspide y desde allí alumbrarnos a todos y decirle al continente entero quien era Candela.

En marzo de este año en los nacionales argentinos nuevamente puso su nombre en los más alto y la corona sobre su cabeza. Fuimos a buscar su palabra al igual que hicimos luego que se coronara campeona Panamericana, para conocer que pasó entre aquella que llegaba a Chile con tantos sueños en sus valijas y la que hoy se apronta para viajar a Guayaquil.
Nos contó que previo al nacional estuvo «estudiando bastante en las vacaciones. Pude jugar 2 torneos previos en el mes de febrero y
profundicé un poco más mi juego».

Ese nacional argentino tuvo récord de inscriptos, lo que de alguna manera debe enorgullecer a los responsables del mundo infantil albiceleste, consecuencia sin duda que debe ser causa de varios factores y uno de ellos, mucho trabajo.
Candela recuerda ese torneo y sostiene que » todas las rondas fueron muy importantes, las chicas jugaron muy bien«, y le queda presente un punto dificil de ganar : » la partida que me pareció más compleja fue contra mi amiga Constanza Bertorello».
Juntos hacemos memoria de lo que fue subirse sobre el escalón que tenía el número uno al cierre del Panamericano chileno. Ésta previa de una nueva edición en la que aún la tiene
como la reina sub-12, el desempeñarse en una categoría superior aumenta su confianza y la fe en volver a su patria nuevamente victoriosa : » con la ayuda de Dios todo es posible». Nos dieron ganas de agregar a sus palabras: y también tu talento, tu capacidad y la disciplina canalizada en la cantidad de horas que le vuelcas a esta pasión…
Llegará a Guayaquil con la alegría de que por haber sido la campeona argentina, la federación de su país se hizo cargo de su pasaje, algo que demuestra el compromiso de quienes dirigen el ajedrez albiceleste con sus jóvenes promesas. Una manera de allanar el camino para su participación, obstáculo que muchas veces a los padres les es muy difícil sortear.
Candela no cambia en nada su rutina de entrenamiento previo al Panamericano, manteniéndola tal cual la acompaña todo el año, y la misma es sostenida por un plantel de entrenadores dignos de aplauso: Diego Valerga, Sergio Slipak, Martín Bitelmajer y Sebastián Iermito.

Previo a este Panamericano que llega a su edición número 30, Francisco no tiene campeonatos en vista como para cerrar su preparación, pero si tiene muy claro lo que quiere hacer antes, durante y después del mismo. «seguir disfrutando de los torneos como hasta ahora».
Talento, capacidad, y fe, Candela tiene todo para volver a ser la luz de todo un continente.
Arriba Candelita, Guayaquil te espera.